El método científico, por una parte, nos permite conocer cómo funciona la ciencia y, por otra, nos facilita la labor de distinguir las disciplinas realmente científicas de aquellas que no lo son.
Podemos diferenciar dos concepciones fundamentales del método científico que denominaremos clásica y moderna.
1.La concepción clásica
Según la concepción clásica, el método científico consta de dos fases:
*Fase inductiva. Consiste en establecer leyes y principios generales a partir de datos objetivos. El investigador observa y formula una serie de enunciados que describen los hechos. Posteriormente, realiza un proceso de generalización que lo conduce a la formulación de un enunciado universal. Para que este proceso sea correcto debe cumplir tes condiciones:
-El número de enunciados observacionales debe ser elevado.
-Las observaciones han de realizarse en una amplia variedad de circunstancias.
-Ningún enunciado observacional aceptado puede entrar en contradicción con el enunciado universal obtenido.
El enunciado universal que se alcanza cumpliendo estas condiciones se acepta como una ley o principio general.
Por ejemplo, si queremos averiguar la temperatura de ebullición del agua y del alcohol, calentaremos recipientes que contengan cada una de esas sustancias por separado, variando cuantas circunstancias puedan ser relevantes. Veremos que, en todos los casos, el agua empieza a hervir a 100 grados centígrados y el alcohol a 78,4. De esta forma, podemos establecer con carácter general las temperaturas a las que entran en ebullición estas sustancias.
*Fase deductiva. Consiste en tomar una ley universal, ponerla en relación con un caso particular y concluir con una explicación o predicción de un fenómeno. La deducción parte de enunciados universales (leyes) para obtener conclusiones particulares (resultados) que nos servirán para explicar hechos concretos.
Por ejemplo, tenemos una mezcla de un 40% de agua con un 60% de alcohol y queremos averiguar a qué temperatura entrará en ebullición. En tal caso, tendremos en cuenta las respectivas leyes científicas sobre la temperatura de ebullición del agua y del alcohol y aplicaremos los porcentajes disponibles. Así, podremos calcular el punto de ebullición de la mezcla, que es de 87% y, por tanto, podremos predecir qué sucederá y cuándo.
Aunque a primera vista esta concepción del método científico pueda parecer sólida y segura, presenta algunos inconvenientes:
-El razonamiento inductivo carece de la solidez necesaria. Puede suceder que, entre las observaciones contempladas para realizar la generalización que conduce a la ley, no se hayan tenido en cuenta aquellas que la contradicen.
-Los dos primeros requisitos planteados (número y variedad de observaciones) son imprecisos. ¿Cuántas observaciones constituyen un número suficiente? ¿Qué se considera una variación significativa de las circunstancias?
-El razonamiento deductivo sí posee la solidez de la que carece el inductivo, pero no es capaz de establecer leyes, sino solo de sacarles partido una vez que han sido obtenidas inductivamente.
2. La concepción moderna
Las dificultades anteriores llevaron a algunos científicos y filósofos a formular el método hipotético-deductivo. Su autoría se atribuye a Galileo, quien sostiene que el método científico consta de los siguientes pasos:
*Planteamiento de un problema. El conocimiento científico se inicia cuando alguna porción de la realidad resulta aparentemente inexplicable con los conocimientos disponibles.
*Recogida de datos empíricos. Cuando el asunto del que ocuparse ha quedado fijado, el científico se dedica a recabar toda la información que le sea posible. De este modo, puede hacerse una idea ajustada de la complejidad del problema y de los matices y variaciones que puedan darse para ofrecer una respuesta rigurosa.
*Formulación de una hipótesis explicativa. Una vez asumido que la razón no puede conducirnos desde los datos hasta la formulación de la ley, se deja en manos del investigador la formulación de una solución ingeniosa de carácter hipotético que, si es plausible, será provisionalmente aceptada.
*Deducción de consecuencias observables. Este paso se corresponde con la fase deductiva de la concepción clásica del método científico, con la diferencia de que ahora el punto de partida no es una ley aceptada, sino una hipótesis.
*Comprobación experimental. Las hipótesis propuestas deben ser comprobadas antes de su aceptación. Por eso, las deducciones que tienen su origen en ellas no son usadas solo para hacer predicciones, sino también para someterlas a prueba de modo que podamos decidir sobre su validez.
Las leyes científicas establecidas según este método no tienen el estatuto de verdades definitivas. Nunca dejan de ser del todo hipótesis provisionales susceptibles de ser sustituidas en cualquier momento por otras que se consideren mejores.
(Francisco Ríos Pedraza. Filosofía. 1 Bachillerato. Editorial Oxford. Madrid. 2022)